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Autoridades

"En una sociedad pragmática y utilitarista como la nuestra, la formación teológica suele ser considerada como poco significativa. En efecto, el estudio de la Teología no se verifica en la elaboración de un producto de mercado. Es cierto que existe un mercado y un turismo religioso, pero nada tiene que ver con el estudio de la teología. La teología pareciera ser un ámbito reducido a los eclesiásticos o eruditos. Solo el clero aplica la teología en situaciones concretas.

 

Sin embargo, la Teología tiene algo que decir en el ámbito de la universalidad del conocimiento. Por más explicaciones sociológicas y económicas que podamos dar a la organización de estados enteros, no entenderemos su forma de vida si no entendemos la teología de fondo y el modo como viven la fe esos pueblos. La forma de gobierno en un país estrictamente monoteísta, es distinta a la de un país con raíces cristianas o un país decididamente agnóstico. No se trata que sus constituciones sean confesionales o aconfesionales, se trata de una estructura de vida que se articula en las convicciones de fe de su gente (el agnosticismo es de algún modo una convicción de fe). La sociedad postmoderna la entenderemos mejor en la misma medida en que entendamos cuál es la teología de fondo.

 

La “empresarialización” de la sociedad es un fenómeno que tiene de fondo opciones teológicas. Muchas veces nos quedamos en la descripción del fenómeno, sin ver realmente su fondo. La teología no es, entonces, una ciencia de eruditos o de eclesiásticos. Su conocimiento no sólo aporta al individuo elementos que le ayudan a profundizar en su fe personal y a discernir la fe de la comunidad, sino que le permite dar un aporte reflexivo, algunas veces crítico y otras veces propositivo en el universo de saberes de una universidad.

 

 

Esta es la presentación que he querido darle a esta facultad. La facultad de teología enriquece la reflexión de la Universidad. Nuestro interés es que el conocimiento teológico esté al alcance de todos. Inicialmente se le dio el nombre de ITER, que significa camino. Su nombre invita a que hagamos camino juntos, a que nos acompañen en la aventura de la reflexión teológica, a que hagamos aportes humanizadores, que nos permitan crecer en dirección de una vida más plena porque más fraterna".

 

- Padre Manuel Teixeira, scj

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